La digitalización marítima es lo que constituye la base de las nuevas tecnologías que la industria ha comenzado a utilizar para hacer más eficientes sus procesos. Precisamente aquellos audaces que han hecho uso de tecnologías digitales innovadoras, son los que mejor han podido sobrellevar sus operaciones en plena pandemia. ¿Qué pueden aprender de ellos y cómo afrontarán los demás el futuro, después que pase el COVID-19?
Según un estudio de mercado realizado por Shipping and Freight Resource y patrocinado por la firma Ocean Insight, el 67% de los profesionales de la industria de fletes considera invertir en tecnología una vez pase la emergencia sanitaria que atraviesa el mundo entero.
El estudio se llevó a cabo entre transportistas, proveedores logísticos, freight forwarders y otros relacionados con la industria marítima, conformando una muestra de 300 empresas en total. El mismo arrojó que el 98% vio afectados o interrumpidos sus procesos de trabajo debido al impacto del COVID-19. De ellos, el 59% fueron afectados severamente; 25% moderadamente; y 14% levemente. Estos últimos son quienes mejor han podido afrontar la crisis, entre otras cosas gracias a su transformación digital. Estos resultados pueden interpretarse entonces como un llamado de atención para entender que la digitalización marítima es un conjunto de tecnologías que hacen a las cadenas de suministro más competitivas.
¿Crecerá entonces la digitalización marítima después de la pandemia?
El optimismo es alto, la gran mayoría espera recuperarse de las consecuencias dejadas por la pandemia en el mediano plazo; están conscientes de que puede ser lenta y saben que necesitarán hacer cambios en sus negocios.
El 42% concuerda con que la cadena de suministro debe replantearse sus estrategias operacionales y de mercado.
Más de 200 de los encuestados manifestaron los cambios que debe afrontar la logística marítima y entre ellos mencionaron:
- Mejorar las capacidades de tecnología, esto se refiere tanto a implementación como a actualización y preparación de la fuerza laboral.
- Incluir más procesos remotos en línea, desde las operaciones iniciales como la gestión de tarifas y emisión de presupuestos, hasta el conocimiento de embarque electrónico (eB/L), entre otros procesos que agilizarían las operaciones en los distintos niveles de la cadena de suministro.
- Implementar procedimientos de trabajo 100% digitales (sin papel) lo cual además es una forma sostenible de llevar a cabo el flujo de las actividades empresariales.
- Introducir la automatización en algunos de los procesos.
- Creación de herramientas para anticipar interrupciones. Este es un buen punto de partida que pueden aprovechar las startups, que de por sí ya tienen la economía marítima revolucionada.
- Obtener mayor transparencia y flexibilidad operativa que permita realizar cambios ante eventos inusuales, al conocer el impacto de dichos eventos en tiempo real (especialmente útil en casos como los presentados con el Covid-19, por ejemplo).
Hablando de forma positiva, podemos pensar que la experiencia que ha dejado la pandemia servirá para acelerar la digitalización marítima y que la industria ahora sí está firmemente encaminada hacia una transformación digital, por lo que se pueden avecinar cambios de estructuras, función y estrategias en todas las partes involucradas.
Debemos ver esta transformación como un aliado que viene a fortalecer los procesos operativos en todos los estratos. Es lo que va a ayudar a reducir costos operativos y de desperdicios; a permitir que las operaciones sean más eficientes, por ende efectivas, optimizar desde la planificación hasta la ejecución y el monitoreo en tiempo real de todas las actividades que se llevan a cabo a lo largo del proceso logístico internacional.
Con o sin COVID-19, los cambios son siempre positivos y la digitalización marítima es un cambio dentro de la industria que seguirá in crescendo, porque son muchos los beneficios que aporta a quien hace uso de ella y de las tecnologías que se suman día a día.
